Empecé guardando tapones para un chico que necesitaba una silla de ruedas. Después guardé tapones para una niña que necesitaba un tratamiento médico y ahora sigo guardando tapones porque cada vez que tengo uno en la mano pienso " con lo que yo tiro a la basura porque no me sirve para nada, hay personas que pueden mejorar su calidad de vida ... es maravilloso".
Así es que tengo tapones en casa que me gustaría hacerle llegar. No es gran cosa, pero con un poco de muchos seguro que consiguen su objetivo y pueden proporcionarle a su hijo el tratamiento médico que necesita.
Mucho ánimo y todo mi cariño, aunque no les conozca.